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La Izquierda Democrática frente a los Totalitarismos y Populismos

publicado a la‎(s)‎ 14 dic 2012, 9:26 por Admin | FuCER

Hoy que los nuevos populistas latinoamericanos develan que sólo hicieron un uso instrumental de la democracia y que su proyecto de poder se desarrollará "a como dé lugar", conviene recordar algunas de las lecciones de Arendt.

Los populismos sólo pueden mantenerse en el poder poniendo en movimiento a las multitudes encuadradas totalitariamente y éstas a su vez impulsan a los populistas inevitablemente hacia el autoritarismo o el totalitarismo. Las multitudes o masas en movimiento no tienen nada que ver con los movimientos sociales de una comunidad pluralista y respetuosa de la libertad de sus miembros. Los miembros de los movimientos populistas no son ciudadanos sino masas o multitudes.

Los populismos como los totalitarismos sólo pueden mantenerse en el poder mientras estén en marcha y pongan en movimiento a todo lo que hay en torno a ellos. Sin el apoyo de las masas los populistas no podrían dominar autoritariamente sobre territorios y poblaciones diversas importantes, ni superar graves crisis internas y externas, ni sortear los peligros de las luchas partidistas.

El líder populista autoritario o totalitario se considera a sí mismo como el funcionario o servidor de las masas que conduce. Líder y multitud son interdependientes. Sin el líder las masas serían una horda amorfa; sin las masas el líder es una entidad inexistente. Hitler lo dijo dirigiéndose a las S. A.: "Todo lo que sois me lo debéis a mí. Todo lo que soy sólo a vosotros os lo debo".

Para comprender al populismo autoritario hay que comprender el concepto y la dinámica de las masas. Los movimientos populistas autoritarios organizan a las masas, no a las clases ni a los ciudadanos con opiniones e intereses sobre la gobernación de los asuntos públicos. Los populismos autoritarios sólo pueden prosperar allí donde existen masas que por una razón u otra han adquirido el apetito del poder político. Masa o multitud se refiere a personas que no pueden ser integradas en ninguna organización basada en el interés común, en los partidos políticos, en la gobernación municipal o en las organizaciones profesionales y los sindicatos.

El populismo en el poder no se apoya en las organizaciones e instituciones políticas sino en la fuerza de este tipo de movimientos. El activismo de los movimientos facilita a la multitud el escape a la rutina diaria de miseria, mansedumbre, frustración y resentimiento. En el activismo los que individualmente poco o nada valen encuentran su identidad de engranaje al servicio de algo heroico o criminal. Acceden a la historia al precio de la destrucción.

Joan Prats

La Izquierda Democrática frente a los Totalitarismos y Populismos.

 

http://aigob.org/numero-28/295-la-izquierda-democratica-frente-a-los-totalitarismos-y-populismos


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