Una Administración es mucho más compleja que una empresa y por tanto los criterios de eficacia y eficiencia deben ser propios de la buena Administración, puesto que su tarea no es tanto gestionar los servicios que provee, sino garantizar los derechos y deberes sociales y que las empresas mercantiles, de la economía social y las entidades sociales puedan funcionar con confianza. |
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